Demasiados caminan con la muerte en la punta del hocico,
ese que asoma por encima de las máscaras.
Mientras la tierra tiembla,
va la vida, y se hace pequeña.
Con los ejércitos en la mirada
van las sombras hacia el invierno,
el vacío casi llena las calles y
todo huele a corazón dormido.
¡Y seguiremos el camino!
Pero algo siempre se quedará.
iñaki navarlaz rodríguez
Corazones Idiotas