El mundo es de los imbéciles,
esos que bañan sus manos en sangre,
¡caníbales!
esos que mascan estupidez y odio.
La vida tiene el empeño de seguir viva,
de resurgir de sus cenizas todas las primaveras,
con las flores recién salidas del gimnasio
y el sol marcando el paso.
Pero las sombras se alargan bien armadas,
con las dentelladas abriendo el apetito
y el cerebro descosido del alma,
y el resto… El resto esperando que mueran.
iñaki navarlaz rodríguez
Corazones Idiotas
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