Teníamos los balcones mirando hacia el invierno,
¡las puertas cerradas!
y las miradas perdidas,
vivíamos con las espaldas bien pegadas.
Pero llegaron los besos y las caricias,
¡como terremotos!
y todo desapareció,
menos la primavera.
iñaki navarlaz rodríguez
Imagen https://pixabay.com/es/photos/diente-de-le%C3%B3n-cielo-flor-463928/
Buenísimo, este…. No hay nada como mirarse a los ojos para que el mundo florezca instantáneamente.
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Gracias Tin!!!
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Felicidad!!
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