¿Y las rosas?
La ortiga ha sacado su lengua envenenada;
a gritar con su voz bombardera que
en su cerebro vacío sólo hay espacio
para odios con vestiditos de azufre.
La ortiga que nos raspa el alma
vuelve a contar las mentiras de la historia,
la que gusta de asesinarnos con oscuridad;
menos mal que su estupidez se la come a ella.
Y las rosas crecerán…
iñaki navarlaz rodríguez
Poesía de palabras duras
Imagen Pixabay