Vacíos

El bar vacío de sentimientos;
árboles interpretando a las mesas
y mentiras haciendo de árboles,
demasiada luz para ese apagar.

Una conversación en euskera,
otras dos en castellano,
se desenredan entre ellas;
sus espaldas parecen los muros del cementerio.

El director de orquesta pone las cañas,
las canta y las surte con la voz pequeña,
cejas grandes y tono grave,
pocos se atreven a entrar en el vacío.

El tiempo pasa y los muros no se mueven,
quietos, inmensos.
El bar vacío de sentimientos deja caer la persiana.
Mañana será el mismo día.

iñaki navarlaz rodríguez

Recuerdos de lo cotidiano

Fotografía: https://pixabay.com/es/photos/restaurante-restaurante-ambiente-bar-826738/