Busco siempre principios que no tienen atardeceres,
esos que nunca pierden los segundos en adornarse,
y me equivoco.
Ya no quiero principios, deseo mientras tantos,
esos que me sueltan y no me pierdo,
y me equivoco.
Encuentro para mí los finales en el descanso de los sueños,
esos que siempre terminan con la mirada en el día,
y me equivoco.
Y la vida huye despavorida al encuentro de las palabras,
a abrazarse en cada baile que nos muestra,
a tocarnos la piel en cada milímetro,
a meternos en la boca para que nos coma…
Y la vida huye, y nosotros con ella…
iñaki navarlaz rodríguez
Desencuentros