Esta noche dejaré que duerman
mis dragones junto a mi alma,
dejaré que la devoren y la deshuesen,
me tumbaré para soñar que despierto.
Y despertaré entre las cenizas
que deje el tiempo malgastado,
cruzaré el fuego para que me recomponga,
a veces la ruta la tenemos en la mirada.
Y aprenderé a mirar aquí cerca y allá lejos,
hundiré mis pupilas en los horizontes
y en los poros que recorren la piel,
sanaré la vida y los besos de todos los días.
iñaki navarlaz rodríguez
Desencuentros