De regreso me reencuentro con las palabras que
ya habían perdido los acentos y el viento,
ahora, las tengo cogidas por la cintura del lapicero y
despacio las desvisto, alardeando de su sombra en el diccionario.
Han venido ellas sin llamarlas a gritos,
han llegado en silencio, como queriéndolo decir todo,
arrasando primaveras e inviernos, haciéndome volar,
pintando cada sueño en una hoja en blanco.
De regreso me han venido las palabras desde el aliento,
han cobrado vida las idas y venidas de los segundos,
han roto el tiempo, con dulzura lo han destrozado,
todos mis sonidos abrazados, del silencio escapando.
iñaki navarlaz rodríguez
Cajón desastre