Cuando se callan las guerras
algo se queda dormido en la sombra,
esperando al acecho de sus presas
la maldad** no tendrá piedad.
De los corazones congelados
sólo podemos esperar desiertos,
cementerios sobrados de inocentes que
la maldad** terminó de cavar.
Cuando el mal cierra sus palabras
está preparando sus bombarderos,
esos que tomarán la tierra que no aman,
esos que prendieron el fuego que todo lo arrasará.
Y lejos, muy lejos, sólo se dan besos.
Muy lejos…
iñaki navarlaz rodríguez
Poesía de palabras duras
*Imagen https://pixabay.com/users/isabellaquintana-457900/
**el hijo de puta