Después
del camino
se abren horizontes
que deslumbran la mirada,
esa que se desmaya siempre
cuando descubre a la verdadera piel.
Y con este caminar silencioso destruimos
lo aprendido para poder continuar
llenando todo de pisadas,
nuevas e inventadas,
inexploradas todas,
infinitas.
iñaki navarlaz rodríguez
A la contra