Hay heridas que no sangran,
son de esas que se pasean en la sombra,
que cogen el corazón y lo tiran al vacío
mientras seguimos dando pasos entre las rocas.
Y la vida continua marcando su tiempo,
ese que no nos tiende ni siquiera su mano,
que nos hace creer que somos más sabios
pero sin darnos cuenta sólo nos hacemos más ancianos.
Hay heridas que se disfrazan de risa,
son de esas que se pasean por la discoteca,
que encogen las miradas
mientras nos perdemos buscando las recetas.
Y la vida va terminando,
y algunas de sus heridas ahora sangran,
eso que nos gustaría que fuera miel
son tan sólo los minutos que se nos atragantan.
iñaki navarlaz rodríguez
Desencuentros
*Imagen https://pixabay.com/users/alexas_fotos-686414/ -editada