La vida ha subido a un tren que no tiene frenos
y donde los paisajes pasan para ser recordados.
Delante de los ojos con los párpados rojos
se han elevado las palabras eróticas,
ese inframundo de raíces hormonales
y anónimas, desconocidas, una vía,
con esperanzas no deseadas,
una sorpresa del corazón.
Y el amor traerá las miradas entrelazadas,
los pensamientos agudos, en gerundio,
la ilusión por un horizonte siempre lejano,
un camino sin frontera, interminable,
cuya bandera sea no tenerla
para enganchar los vagones de la vida
y comenzar el viaje a todas partes
por las vías rojas que no tienen destino…
iñaki navarlaz rodríguez
El pasajero de la incertidumbre
*Imagen https://pixabay.com/users/alexas_fotos-686414/ -editada