A la deriva porque quiero,
llevo mi camino bajo los pies
que descalzos van mostrando todas
las pinceladas que puede soportar mi lienzo.
Y roto en los pedazos necesarios
me reconstruyo en las derivadas,
nunca en las sumas y las restas,
soy más abecedario que matemáticas.
A la deriva me vengo
dando rodeos a las sombras,
las que huyen y las que quedan,
como yo, perdido y expectante.
Qué vendrá,
ojalá el viento me muestre el horizonte,
a dónde llegaré,
ojalá no llegue nunca para tener que seguir caminando.
iñaki navarlaz rodríguez
Cajón desastre