ENIGMA — El cristal de Rosshalde

Gran poema y grandes versos.

Me fui tras ese rostro enmudecido encandilado por la mortaja del silencio. Caminé descalza y me hice viento desapareciendo en el abismo de la soledad. ¡Caí en la zanja de los no llamados! y desnuda de nombre, sentí el estremecimiento de los sí engañados. Penetré tentando con los ojos ciegos cuando la noche crucial endureció […]

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