Siempre
en huida,
con los pies
descalzados de los sentidos
que nos abandonan cada día
y nos dejan la derrota infinita.
¡La que nos escupe y ahoga!
Y no queremos ahogarnos en sombras
y ataúdes de madera quemada,
braceamos hacia el horizonte
en búsqueda imparable,
en huida,
siempre.
iñaki navarlaz rodríguez
A la contra