Este blanco y negro que nos han traído las modas actuales
tiñe cada baldosa del camino que recorremos,
nos deja con el alma apretándose los puños y la vida,
desconsolados entre la rabia y la decepción, vacíos.
Estos colores no combinan bien con las miradas libres,
ni con las primaveras, sólo van con los inviernos del invierno,
ésos de frío y pobreza, dónde se comía pan del duro y patatas, si había,
donde el cura y el alcalde tenían garrote para el alma y el pensamiento.
Este blanco y negro desconcha las pancartas de la razón,
también ejecuta corazones, que empezando a latir
tendrán que lucir entre caminos de miseria y odio,
este blanco y negro… Es demasiado negro…
iñaki navarlaz rodríguez
Recuerdos de lo cotidiano
*Imagen en blanco y negro