Ya no fue a dormir con el alba,
se quedó con las nubes y el sol
a pasar las noches que le quedaran;
viajó en el paracaídas de la yerba
y la jarana, hasta que se paró su tiempo.
Abandonó su baile con las estrellas
para meterse en un traje de caballo y
poner su cabeza dentro de un espejo;
pasó por su calle y se puso a olvidar,
tomó la escoba y luego una raya de champán.
«En el cielo por las noches salen de los huecos
millones de estrellas brillando plata sobre negro,
y una vuela de sol a luna con estela roja
y botella en su corazón, guiñando a dios y
al infierno que ella es estrella de mar,
un hombre que nunca encontró su lugar…»
iñaki navarlaz rodríguez
Corazones Idiotas
*Imagen de DasWortgewand