Dimito.
Dimito porque de tu corazón
tan solo veo las arañas,
ésas que salen en cacería de serpientes;
y dimito, ¡sí!
una y mil veces sin devolver la mirada,
ni las caricias.
Ya no necesito de tus luciérnagas
para poder hacer el camino,
ése que encendía mis huracanes;
y dimito, ¡porque sí!
porque hoy tengo mis arañas preparadas
para devorar a tus luciérnagas.
Y tejer mi propio destino.
iñaki navarlaz rodríguez
Cajón desastre
*Imagen de bella67