Soy el reflejo que tus manos sujetan
cuando mis palabras ya nada tienen que decir,
quedan perpetuas en el olvido de los instantes,
rotas en ese silencio inviolable.
También soy el infierno para tu mirada,
esa saliva entremezclada con sabor a azufre
que destruye tu sonrisa cada mañana,
que te tira a la soledad y aniquila.
Por eso me marcho, me marcho lejos,
dónde ni siquiera me encuentre a mí mismo,
porque no voy a cambiar,
porque te mereces una vida en cada segundo.
iñaki navarlaz rodríguez
Cajón desastre
*Imagen de MichaelGaida
Un comentario en “Me marcho”
Los comentarios están cerrados.