Mis piedras son sólo mías
como mis sombras y mi camino,
tan mías,
como las tripas de mis sentimientos,
locas,
revueltas,
desmesuradas,
rotas,
reconstruidas,
mías.
Y es en el viento que me roza la mirada
donde encuentro esas manos extrañas,
con otras piedras y otro camino,
que a veces se junta con el mío
y comparten nuestras pisadas.
Pero mis piedras siguen siendo mías,
tan terribles como hermosas,
y sólo las verás si no las quieres
como yo no quiero las que tú tienes.
iñaki navarlaz rodríguez
Cajón desastre
*Imagen de 12019