Se desfila por las calles en enojo
continuo hacia un lugar que va
perdiendo su lugar, su sombra,
y como el viento,
se va borrando
de nuestra
mirada.
Los
días pasan,
las noches huyen,
y este mundo cercano
ya sólo nos deja tormentas,
riadas que entre escombros nos arrastran
a la sombra de lo que somos.
iñaki navarlaz rodríguez
A la contra