11-08-2018

Hoy los pájaros de mis manos se me escurren entre los dedos. Son aquellos pájaros que a cientos se agolpaban a la entrada de mi cueva esperando a que yo saliera para irme a volar con ellos.

Pero no lo hice.

Me quedé dentro con un huevo y un nido, esperando a que brotara la vida.

Pero no lo hizo.

Hoy he salido de la cueva. Ya no hay pájaros.

¡Un momento!

¡Espera!

En aquella rama se ha posado uno que canta, que llama…

Es mi esperanza, que nunca se agota.

iñaki navarlaz rodríguez

Manifiesto

*Imagen de LubosHouska