Tengo el poema más hermoso del mundo
escrito en ninguna parte,
quizás ya lo he leído a la sombra
de mis ojos alucinados,
quizás no.
Creo que lo tengo escondido en el olvido,
en la caja de los trastos viejos, o nuevos,
porque uno nunca sabe dónde guarda el alma,
si cerca o lejos, o en ninguna parte.
Junto al poema creo que he dejado a la mirada,
sola, abandonada, para que mire lo que quiera,
al horizonte o aquí cerca.
Tengo el poema más hermoso del mundo
viajando con mi mirada,
a ninguna parte o a todas,
con fuerza, con libertad,
¡y tan fuertes y libres son!
que ya no quiero… No sé lo que quiero.
¡Adiós poema! ¡Adiós mirar!
iñaki navarlaz rodríguez
Cajón desastre