Dos hombres

Mi alma se esconde tras las miradas
y vuelve a llorar en la mañana
el sueño que perdió en la noche.

Las campanas del infierno se oyen
cada vez más cerca, más fuertes,
y la duda baila entre el abandono
o terminar con el engaño de la tristeza.

El espíritu obliga a ver lo invisible,
a pensar en una realidad autista en desconexión
del sueño de una irrealidad insuperable,

o simplemente,

reacciona en contra de la vida, y de la muerte,
como si el tiempo se equivocara siempre,
como si el sueño fuera experiencia única,
y termina en un segundo de placer
con el suave tintineo de la respiración.

Mis dos yoes envueltos en un mismo viento
saborean el único deseo que retuerce mi mente,
el último beso que reviva el enamoramiento inexplorado,
y quizá me convierta en pasajero de la incertidumbre.

iñaki navarlaz rodríguez

El pasajero de la incertidumbre

*Imagen de pixel2013