A veces soy mucho en pocos segundos,
otras, las más, soy poco en meses
llenos de días con noches, con horas,
con semanas que devoran el tiempo
de las cosas, de ser en nada todo,
viento enfurecido por debajo del agua.
Unos minutos soy carcajada tonta,
risa por reír, por ser feliz a estratos,
otros recojo las lágrimas de todos,
las guardo con llave en el armario del tiempo
que siempre se abre en modo miedoso
tendiendo sus perchas llenas de moho.
Y las horas pasan congeladas en el día,
recordándome hoy que la tierra gira,
como gira mi corazón del miedo a la valentía,
del lloro a la risa y de la palabra al silencio,
como buscando a veces respuestas imposibles,
otras, dejando pasar las preguntas por la sombra.
A veces soy mucho en pocos días,
y del sí al no retuerzo mi contradicción,
la que me sana y enferma al mismo tiempo,
ese que encarna mi vida y mi alma,
el que también destruye mi juventud y
recrea la fuerza de mis venas y mis palabras.
iñaki navarlaz rodríguez
Recuerdos de lo cotidiano