Los besos que enloquecen la vida
han regresado al horizonte inexplorado,
y ya no pueden
frenar su acometida,
ni quieren.
Desbordan.
Desbordan
los caminos
de las sombras
que perdidas en miedos
dormían acostumbradas en el laberinto,
acurrucadas en los sueños del olvido.
Iñaki Navarlaz Rodríguez
«A la contra»