Termina enero despacio,
como enamorándose de la primavera,
que se acerca entre las sombras
penetrándose en el invierno olvidado…
La Sevilla en flor de eneros suicidados
diluvia de tus pétalos la esencia,
gualdalquivires desperezando azahares
levitando en la magia.
Amaneces sonrisas sobre los valles
y te observo dibujando el esplendor
del amor multiplicado de néctar,
rosa acurrucada en mis regazos
de espinas rasuradas.
Giraldas nos observan,
maquillando el futuro de poemas
que traen tus ojos en niebla tácita,
ajenos a como podo vigilante
la penumbra a tus destinos…