En la sal que se agarra
a las heridas del alma
fluyen con desánimo impenetrable
las palabras indecisas
del amor
abandonado.
Y
encontramos tiritas
para las mentiras
que nos escupimos cuando
los besos y las caricias
rodean los momentos en distancias cortas.
Iñaki Navarlaz Rodríguez (A la contra)
Imagen de Free-Photos
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