Miradas
que van,
que ya llegan,
en el mismo momento
en el que se aman
dos cuerpos inundados de fuego inexplorado.
Donde los besos que se dan
se convierten en el azúcar
que alimenta los sueños
que nos debemos,
la piel;
rozándose.
Iñaki Navarlaz Rodríguez (A la contra)
Imagen de Kalhh – editada
MUY BUENO
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