Lurra se mece
entre mis dedos
besándome,
abrazándome.
Lurra sujeta
mis pies
que sostienen
mis sentimientos
más ingenuos,
más genuinos.
Lurra se columpia
junto a la mirada
al frente,
revive en mí
cada momento
de pasión por el vuelo
hacia el horizonte,
ruge por los segundos
que la pienso,
que la amo.
Lurra tiene
ese viento a favor
que nos lleva
por la vida,
ese calor
que nos arropa
cuando nos deslumbran
esas calles torcidas.
Lurra hoy
es todo,
es el temblor
de nuestros corazones,
el clamor
de una mirada eterna,
Lurra hoy es,
mi tierra.
Iñaki Navarlaz Rodríguez (17/12/2017)
Imagen de Foundry (Pixabay) – editada
pies que sostienen sentimientos! Buenísimo!
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Lurra hoy, es mi tierra… Bello poema!
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Muchas gracias, un abrazo
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