Amigo, que tal vez ya no existas,
llevo años mirándote y ya no te veo,
quizás te perdí en la infancia cuando la inocencia
era un tesoro, cuando la vida tenía juegos y risas.
Y ahora que ésta no aparece no sé dónde te encuentras,
cada día que pasa presiento que la soledad
sea mi única cómplice, para algunas veces aparcar
mis pensamientos y tratar de retroceder a ti.
No te recuerdo y ya no veo tu cara, tampoco tus manos,
tardíamente logro divisar una sombra demasiado oscura,
demasiado lejana que huye de mí como un galgo,
como si tú,
amigo,
quisieras olvidarme.
Iñaki Navarlaz Rodríguez
Imagen de geralt (Pixabay)
excelente retrato de la amistad
Me gustaLe gusta a 1 persona
Muchas gracias Pippo. Un saludo.
Me gustaMe gusta
Muy bonito Iñaki; y ese final es un gran remate. Un abrazo
Me gustaLe gusta a 1 persona
Muchas gracias Álvaro. Un abrazo
Me gustaMe gusta