Al mirar el mundo a través de un cristal arañado
he visto desaparecer un espíritu bendito,
y esa oscuridad que me ha dejado
ha hecho disparar una pistola en mi sien…
Al saborear ese zumo de color indiferente
he aprendido a reírme de mi sonrisa,
y este regalo que me inhibe
ha hecho sonar una pistola en mi sien…
Algo me llama desde un lugar extraño,
y no sé si acercarme o permanecer,
un camino que me enseña una realidad imposible,
una caricia que en mis labios me habla de olvido…
Y me voy paseando hasta el precipicio del horizonte.
Iñaki Navarlaz Rodríguez
Imagen de mwewering (Pixabay)