Entre el humo de esta hierba viajan imágenes de ruidos pasajeros,
ideas con sabor a locura que ven pasar un viento engañoso,
rosas de hielo que observan un mundo enfermado.
Y quieres abrazar un imposible,
un llanto que parezca risa,
un cuadro que no ha sido inventado.
Y entre ese humo sueñas vida,
palabras extrañas que jamás dirías,
pensamientos absurdos de color invisible.
Cayendo lentamente al reino del silencio abandonas una realidad impertinente,
sin saber que aquel zumo es un dios endemoniado,
una mano que se tiende a tu alma,
que logra devolverte una felicidad pasajera,
una filosofía del ahora ya,
un modo de vivir en contemplación activa.
Y entre ese humo vives un sueño de trenes que se cruzan,
de planetas inexistentes,
de lunas de María.
Y eres héroe de tu engaño cierto,
soñador de mil palabras nuevas,
creador de un beso diferente,
de un horizonte sin precipicio.
Y entre el humo de esta hierba tienes sueños de maravillas exóticas,
eres rey de una comedia dramática,
inspiración por aspiración,
dios del sueño María.
Iñaki Navarlaz Rodríguez
Imagen de maxknoxvill (fuente Pixabay)
Impecable mirada, aunque soy de los que desmerecen a los que fuman creatividad, sin desmerecer su obra, creo que la estimulación debe ser natural.
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La estimulación y la creatividad han sido y serán siempre naturales.
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Iñaki, no siempre, si te estimulas sistemáticamente no…eso creo
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