En la memoria y sólo de vez en cuando
aparecen palabras que tú me dijiste,
robadas de los papeles que bajan,
de la luna a posarse en el mundo.
Hubo un tiempo en que la vida fue meter,
bucear en los charcos sin respirar,
buscar por los rincones amores de vertedero nocturno.
Ahora, sólo me esperan los recuerdos
de los que dueño es el tiempo,
y un cigarro que al fumarlo
me cuenta que una vez volé…
Iñaki Navarlaz Rodríguez
1993 – 2017